La historia de la cervecera Hofbräu München arranca en 1589, durante el gobierno del Duque de Baviera Guillermo V (el Piadoso), quien otorgó el permiso para la fundación de una cervecería en Múnich, cuya producción debería abastecer las necesidades de la familia ducal y la corte. Durante gran parte de su historia la cervecera ha estado vinculada a la dinastía de los Wittelsbach, por lo que desde 1879 utiliza la corona real sobre su emblema. Sin embargo años antes, en 1852, pasó a manos del Estado de Baviera, a quien pertenece en la actualidad. Conocida por su imponente cervecería histórica del centro de Múnich con capacidad para más de 3000 personas, representa el máximo exponente de la tradición cervecera de la capital bávara.

De tamaño medio, la Hofbräu de Múnich, es una de las cerveceras más modernas de Europa, que destaca por un atractivo portfolio, en el que junto a su emblemática cerveza Hofbräu Original, se encuentran otras grandes cervezas como su Münchner Weisse y Schwarze Weisse, dentro de las cervezas de trigo y algunas especialidades de temporada como su Oktoberfestbier o su Maibock.

Todas ellas avaladas por la experiencia y la riquísima tradición de siglos de historia así como el respeto por la la Ley de la Pureza de 1516, que caracteriza a los maestros cerveceros de Baviera, lo que se traduce en una gran calidad.

La presentación oficial tuvo lugar en Kitchen Club, un fantástico espacio orientado a la celebración de eventos, situado en la calle General Pardiñas nº103. Para la ocasión se contó con la presencia de Erik Coene (CEO de Cervebel) y Giusseppe Lettieri, Export Manger de Hofbräu, quienes hablaron acerca de la historia de la cervecera, su vínculo con la ciudad de Múnich y las bondades de sus cervezas. Prensa especializada y generalista, así como distribuidores, comerciantes, hosteleros y bloggers se encontraban invitados.

Se pudieron degustar cuatro variedades de barril: Original, Oktoberfestbier, Münchner Weisse y Delicator, su dorada doppelbock, gracias al magnífico trabajo del equipo de servicio de Ricardo Barragán de la cervecería El Boliche.

Como es típico en cualquier Festbier alemán no podía faltar comida en abundancia. Durante toda la jornada de presentación se pudo disfrutar de las mejores muestras de la gastronomía bávara con diferentes tipos de salchichas, carnes, panes, embutidos y postres, con el sello de la calidad y buen hacer de Hermann Thate, un alemán de Bilbao, como él mismo se define, cuyo equipo se encargó de que nadie pasara hambre.

Durante la presentación oficial fueron frecuentes las muestras de júbilo y celebración, con numerosos brindis, como corresponde a la tradición bávara, y canciones populares, como el conocido “Ein Prosit”, en el que se brinda por la simpatía y la alegría, que fluye con naturalidad con una jarra de HB en la mano. Prost!